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Recomanació digital: "Jubilación a los 90"

Recomanació digital:

Jubilación... ¡a los noventa! | La bombilla... ¡chao, chiquilla! / Francisco Ibáñez. BRUGUERA 2018

 

Somos lo que leemos, esto es evidente; pero antes de aprender a leer, observamos, nos creamos un abismo interior que comienza a forjarse desde el momento en el que tenemos conciencia de que existimos, de que somos reales. Algunos de los nacidos como yo, en los ochenta, comenzamos a forjar este propio imaginario con las historietas creadas por Francisco Ibáñez. El catalán que comenzó tímidamente en la redacción de la editorial Bruguera, consigue emocionar como el primer día, más allá de los años y las distintas generaciones. Cuando llegó este tebeo lo puse en la pila de libros pendientes, no pude resistirme a tener un Mortadelo y no leerlo, por lo que fui a buscarlo y no estaba. Mi padre me lo había robado y verle leyéndolo, fue como sentir mi imagen reflejada dentro de veinticinco años. No creo que haya mayor logro que ese por parte del señor Ibáñez.
 
El cómic en sí, bueno, qué decir que no se haya escrito ya sobre el autor y sobre Mortadelo y Filemón. Los dibujos como siempre, el mismo humor sencillo hiriente y por qué no decirlo, ligeramente molesto con el poder. Aunque lejos de ese Ibáñez de los ochenta que tanto se burlaba de Felipe González y de Alfonso Guerra.

Lo mejor, las primeras páginas en las que no sólo hace una ácida reflexión del trabajo -tan de moda últimamente en literatura- a lo largo de la historia sino que hace un paralelismo entre las condiciones laborales esclavistas del imperio egipcio, romano y chino así como de las sociedades feudales europeas. Incluso hacia la mitad de la historia incluye unas viñetas de una manifestación con eslóganes como: "¡Que se jubile a los cien, el padre prior amén!", "Nada de a los noventa, listo ¡Que armamos un santocristo!", La jubilación, temprano ¡Y con lujo Vaticano!" o "Nos queremos jubilar al final de preescolar".  Digo sin animo de dudas que son mejores que muchas de las consignas que he visto en todas las manifestaciones a las que he asistido la "caliente" primavera pasada.
 
Como en todo buen cómic, no político pero sí politizado, de Francisco Ibáñez, no podía faltar el político de turno en las últimas páginas sufriendo alguna bendita tropelía por parte de los agentes especiales más famosos de todo el territorio español. El turno en esta ocasión le tocó a Rubalcaba.
 
Ojalá que Ibáñez, como mínimo, se jubile a los noventa. 
 
Salvador J. Tamayo

Enllaç a l’exemplar d’Ebiblio: https://catalunya.ebiblio.es/opac?id=00477662

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31/03/2020